domingo, 22 de marzo de 2015

VILLACIBIO. Ermita rupestre de San Pelayo




En torno a la localidad de Aguilar de Campoo
se localiza un gran número de ermitas rupestres.


En los primeros siglos de la Reconquista
se desarrolló en la línea fronteriza entre Cantabria y Castilla
un importante proceso eremítico.


Los constructores de estas iglesitas rupestres
son mozárabes procedentes del sur de la península
que se instalan en estos resguardados valles
al amparo de la incipiente reconquista.
Allí se desarrolla un movimiento místico-contemplativo
que crea estos santuarios como lugares de retiro o de culto.


***


El eremitorio rupestre de San Pelayo se encuentra
a aproximadamente un kilómetro de la aldea de Villacibio
y a unos metros del arroyo Monegro.
Fue excavado en un pequeño montículo.


En un documento de 1155 se menciona este lugar
como Cueva de San Pelayo.
Se trata de la escritura firmada por la reina doña Urraca
en favor de Cristóbal, prior del convento de San Salvador de Oña,
donándole el convento de Santa María de Mave (cercano a Villacibio),
con sus términos y heredades;
esto incluía la Cueva de San Pelayo, que dependía de Mave.


En las inmediaciones de la ermita no hay ninguna necrópolis,
pero sí en un monte cercano,
en dirección a Santa María de Mave,
en un peñasco donde se encuentran varias tumbas antropomorfas
tal vez relacionadas con este eremitorio.

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