martes, 24 de marzo de 2015

VILLARÉN DE VALDIVIA. Ermita rupestre de San Martín




El territorio montañoso que se extiende
en torno a la cabecera del Ebro y al alto Pisuerga
presenta un material pétreo blando
que, en épocas tempranas, facilitó la construcción de habitáculos
mediante el vaciado de las peñas de arenisca.
Además, la proximidad de arroyos
hizo de estos valles enclaves propicios para ser habitados.
Es la zona de arquitectura rupestre más importante de la Península.

Se trata, bien de cavidades naturales ampliadas por el hombre,
bien de cuevas construidas ex profeso,
y con frecuencia aparecen integradas en grupos.

La práctica se manifiesta desde el Neolítico,
pero fue en el inicio de la Edad Media cuando estas construcciones
proliferaron y adquirieron carácter religioso,
sucediéndose, entre los siglos V y X,
las paleocristianas, las visigodas, las mozárabes...
En algunos casos pudo tratarse de centros de culto pagano
reocupadas por los cristianos.

Los conjuntos casi siempre están compuestos
por un centro litúrgico,
varias celdas que serían las moradas de los eremitas
y alguna necrópolis asociada.

En principio los anacoretas se instalarían en aquellos reductos
en busca de soledad.
Luego, la popularidad alcanzada por algunos de estos religiosos
atrajo a seguidores que se establecieron en las inmediaciones,
dando lugar a comunidades cenobíticas
organizadas bajo reglas monásticas
independientes de la Iglesia convencional.
En ocasiones, en las cercanías se asentaron comunidades civiles,
formadas tanto por pobladores provenientes del reino astur
como por mozárabes procedentes del sur,
comunidades que fueron el origen de poblaciones actuales.


***

La pequeña población de Villarén, de unos 40 habitantes,
a unos 7 kilómetros de Aguilar de Campoo,
está asentada en el Valle de Valdivia
(limítrofe con Cantabria y Burgos),
a los pies del Monte Bernorio.


Al igual que el monte Cildá,
el monte Bernorio tiene un gran interés histórico y arqueológico.
Es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Europa.
Allí se han localizado vestigios del siglo IX a. C.
y restos de una notable ciudad fortificada cántabra
que presentó una dura resistencia a los romanos
en las guerras cántabras del siglo I a. C.
En la cumbre se conservan restos del castro,
muchas de cuyas piedras han sido reutilizadas por los pastores.
Se han hallado objetos célticos y romanos.

En las faldas del monte hay tres iglesias rupestres:
San Martín de Villarén,
Ermita Peña
y Cezura (enclave palentino en Valderredible).
También hay una necrópolis rupestre, en Porquera de los Infantes.

Hubo asimismo una ermita románica en la cima del monte,
Santa María de Bernorio, ya desaparecida,
aunque se conserva el via crucis de acceso.

Hoy en la extensa cumbre del monte Bernorio
hay un repetidor de televisión,
un mojón del Instituto Geográfico Nacional
y la cruz-altar donde finaliza el via crucis.

Desde allí se domina una gran extensión:
el valle de Valdivia, el valle de Valderredible,
la meseta de Las Tuerces, las montañas palentina y pasiega,
Aguilar de Campoo y su embalse,
pueblos de las provincias de Cantabria, Burgos y Palencia...


***

En sus orígenes, todas las casas de Villarén fueron rupestres,
construidas en las oquedades de la piedra arenisca;
quedan viviendas con parte de su estructura excavada en la roca.


La ermita de San Martín está enclavada en lo alto de un montículo
en la parte más elevada del caserío, hacia el Monte Bernorio.
Quizás se aprovechó un abrigo prehistórico.


En la entrada hay una estancia diferenciada,
una pequeña antesala, nártex o sacristía,
donde se encuentra, a la altura de los ojos, la inscripción fundacional.


Es la única ermita que conserva un epígrafe que aporta una fecha,
aunque la lectura de la datación es controvertida.


Se han propuesto varias interpretaciones:
DCXXV: «Era 625 (año 587 d. C.)»,
DCCCV: «Era 805 (año 767 d. C.)»,
TCCCV: «Era 1125 (año 1067 d. C.)».
IN HONORE SANCTI MARTINI.


En el suelo de la nave hay una sepultura excavada en la roca,
desgastada por el paso del tiempo.


En el exterior había otras tumbas antropomorfas
de las que apenas quedan restos.


La ermita se encuentra en mal estado,
ya que durante siglos fue empleada
como almacén de aperos de labranza y como refugio para el ganado.

Plano: Fernando Obregón Goyarrola

A poca distancia de Villarén, hacia Pomar de Valdivia,
existía otro santuario rupestre, la Ermita Peña,
bastante más amplia que la de San Martín.
Desgraciadamente este templo fue dinamitado hace algunas décadas,
para evitar que los vagabundos lo utilizaran como refugio.

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