domingo, 18 de agosto de 2013

TOLEDO. Baños judíos




El miqvé, baño judío, es un edificio esencial
en cualquier comunidad hebrea.
Su finalidad es la purificación espiritual
a través de la inmersión ritualizada y total del cuerpo en el agua.
Este lavado ritual acompaña los actos más importantes
de la vida de un judío.

En la judería de Toledo se han identificado
al menos 8 baños:


Baño de la casa de Samuel ha-Levi.
Podría haber sido primero de uso privado
y después de uso público:


Baño de la casa del judío.
Situado bajo el patio de la vivienda:


Baño de la sinagoga de ha-Levi.
Localizado en el subsuelo:


Baño de la calle de San Juan de Dios, 18.
Encontrado debajo de una vieja casa, al lado de un aljibe:


Baño de la calle del Ángel, 9, 11, 13 y 15.
Pudo haber sido un baño árabe
reutilizado como baño judío
vinculado a la cercana sinagoga de Ben Shoshan:


Baño del callejón de Caños de Oro, 2.
Ubicado debajo del patio
de las religiosas del servicio doméstico, según Jean Passini:


Baño de la calle Colegio de Doncellas, 5.
Situado debajo de la antigua capilla de Santa Ana,
sobre una vía de agua subterránea:


Baño de la plaza del Cerro de la Virgen de Gracia, 38.
Ubicado en el barrio de la Alacava,
sobre una vía de agua subterránea,
aprovechando un antiguo baño árabe:


Junto con los baños de Zaragoza, Besalú y Gerona,
los restos de baños judíos de Toledo son, por ahora,
los únicos que se conservan en la Península.

Sobre ellos se han levantado viviendas.
Sus estancias han sido reutilizadas
como sótanos y almacenes.
Permanecen las bóvedas de ladrillo,
los arcos, los pilares,
vestigios de muros y de pavimentos...

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