domingo, 2 de marzo de 2014

LA GRANJA, II



«Ya ha comenzado otoño, suave y claro.
En las tierras de viñas el sol dora
los últimos racimos...
Aquí, cerca del monte, el frío baja pronto:
es la flor en la noche de la tierra.


Regreso a pie, como en mi juventud,
despacio desde el lago
hacia la Plaza de las Siete Calles
detrás del sutil cuerpo de la brisa.


Las noticias pasadas, hasta donde es posible,
las dispersó la lluvia, ardieron en el fuego
de las ramas caídas... Hasta donde es posible.


Despacio... Los jardines... Las ficciones del arte
han homogeneizado las edades del tiempo
y fue en aquel instante de mi vida
cuando a mi vida el sitio se le impuso
y abrí mi corazón a sus palabras
por el cauce ordenado del agua de las fuentes,
por el sometimiento de las flores,
mansedumbre gentil del aligustre,
y la disposición del boj y el tejo.


Así es y así está lo que es el Sitio,
donde la geometría se ha hecho blanda
por el trazado verde del arriate».


Luis Javier Moreno



FUENTE DEL CANASTILLO:


FUENTES DE LAS TAZAS:


FUENTES DE LOS DRAGONES:


FUENTES DE LAS CARACOLAS:


FUENTE DE LA CASCADA:



«El Sitio y sus momentos,
mi pasado y presente, porvenir de mi vida,
que aquí encontró una luz para nutrirse:
los caminos del aire que sobre el tiempo flotan.


En beneficio de su referencia
este Sitio ha accedido
a su configuración definitiva,
la de los campos despojados de hojas
al inicio de otoño,
de este otoño incipiente (y aquí frío)
atravesado, a veces, hacia ocaso
por pliegues impolutos de unas nubes
de progresiva oscuridad, presagio
de la lenta nevada que se cierne
en el silencio grávido del cielo.


Haz memoria (la hago)
de las satisfacciones de tu infancia,
del tesoro brillante de la vista...


Mantente fiel, en este instante leve,
al disfrute feliz de los momentos,
al aplomo leal de tus dos ojos,
a las estrellas, las lágrimas, los trenes,
a la promesa vegetal del bosque...


Guárdate de sufrir, mantén a salvo
tu odio y tu amor para que no perezcas
en las inevitables decisiones
a que nos lleva sin remedio el tiempo
a través de la sombra de su sombra».


Luis Javier Moreno

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