miércoles, 4 de noviembre de 2015

OSMA. Catedral



El rey Alfonso VI de León y Castilla,
deseando la mejora religiosa de sus territorios,
y conociendo la reciente reforma cluniacense,
pidió al abad de Cluny que le enviara
algunos monjes de su monasterio,
a lo que accedió el abad.


Al frente del grupo de cluniacenses,
llegó a España Bernardo de Sauvetat.


Los monjes se instalaron en el monasterio de Sahagún,
que pronto se convirtió en el Cluny español.


Poco después, en 1085, Alfonso VI reconquistó Toledo
y designó como su primer arzobispo al abad Bernardo de Sahagún,
que desde allí impulsó la renovación religiosa de España.


Para ello, solicitó a Cluny más monjes.
Entre ellos llegó a Sahagún Pedro de Bourges.


Pedro de Bourges nació en Francia hacia 1040,
recibió formación en letras,
se dedicó algún tiempo a las armas
y finalmente decidió entregarse a la vida religiosa.
Entró en el monasterio de Cluny y allí vivió varios años,
hasta que fue enviado a España.


Pronto don Bernardo lo llamó a Toledo,
lo nombró arcediano de la catedral
y lo convirtió en su secretario para la organización de la diócesis.


Tuvo lugar entonces la conquista de Osma.


Para su reorganización eclesiástica,
el rey y el prelado designaron a Pedro obispo de Osma.


Pedro tuvo que ocuparse de la renovación espiritual
y de la reconstrucción material de la diócesis,
cuya catedral, destruida, reedificó.


Para ello dedicó sus propias rentas y recogió limosnas,
y consiguió iniciar el culto en la nueva catedral,
aunque no llegó a verla terminada.


En la defensa de los derechos de la Iglesia,
en ocasiones se enfrentó a los nobles de la zona,
que le disputaban algunos bienes.


En 1109, tras una visita a buena parte de su diócesis,
se dirigió a Toledo, donde se hallaba Alfonso VI gravemente enfermo.
Le asistió junto con el arzobispo don Bernardo
y, fallecido el monarca, acompañó sus restos a Sahagún,
donde don Alfonso había dispuesto ser enterrado.


En el camino de regreso a Osma, don Pedro enfermó
y murió en Palencia.


Con arreglo a su deseo, fue enterrado en la catedral de Osma.


En la actualidad, el sepulcro de San Pedro de Osma,
realizado entre 1257 y 1285,
ocupa el centro de la sala capitular.


Lo cubre una estatua yacente del obispo.
Los costados muestran escenas de su vida
y los milagros que se le atribuyen.

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