El
rey Alfonso VI de León y Castilla,
deseando
la mejora religiosa de sus territorios,
y
conociendo la reciente reforma cluniacense,
pidió
al abad de Cluny que le enviara
algunos
monjes de su monasterio,
a
lo que accedió el abad.
Al
frente del grupo de cluniacenses,
llegó a España Bernardo de Sauvetat.
Los
monjes se instalaron en el monasterio de Sahagún,
que
pronto se convirtió en el Cluny español.
Poco
después, en 1085, Alfonso VI reconquistó Toledo
y
designó como su primer arzobispo al abad Bernardo de Sahagún,
que
desde allí impulsó la renovación religiosa de España.
Para
ello, solicitó a Cluny más monjes.
Entre
ellos llegó a Sahagún Pedro de Bourges.
Pedro
de Bourges nació en Francia hacia 1040,
recibió
formación en letras,
se
dedicó algún tiempo a las armas
y
finalmente decidió entregarse a la vida religiosa.
Entró
en el monasterio de Cluny y allí vivió varios años,
hasta
que fue enviado a España.
Pronto
don Bernardo lo llamó a Toledo,
lo
nombró arcediano de la catedral
y
lo convirtió en su secretario para la organización de la diócesis.
Tuvo
lugar entonces la conquista de Osma.
Para
su reorganización eclesiástica,
el
rey y el prelado designaron a Pedro obispo de Osma.
Pedro
tuvo que ocuparse de la renovación espiritual
y
de la reconstrucción material de la diócesis,
cuya
catedral, destruida, reedificó.
Para
ello dedicó sus propias rentas y recogió limosnas,
y
consiguió iniciar el culto en la nueva catedral,
aunque
no llegó a verla terminada.
En
la defensa de los derechos de la Iglesia,
en
ocasiones se enfrentó a los nobles de la zona,
que
le disputaban algunos bienes.
En
1109, tras una visita a buena parte de su diócesis,
se
dirigió a Toledo, donde se hallaba Alfonso VI gravemente enfermo.
Le
asistió junto con el arzobispo don Bernardo
y,
fallecido el monarca, acompañó sus restos a Sahagún,
donde
don Alfonso había dispuesto ser enterrado.
En
el camino de regreso a Osma, don Pedro enfermó
y
murió en Palencia.
Con
arreglo a su deseo, fue enterrado en la catedral de Osma.
En
la actualidad, el sepulcro de San Pedro de Osma,
realizado
entre 1257 y 1285,
ocupa
el centro de la sala capitular.
Lo
cubre una estatua yacente del obispo.
Los
costados muestran escenas de su vida
y los milagros que se le atribuyen.
y los milagros que se le atribuyen.
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