En 1905, tres hombres,
un mecenas vallisoletano, el marqués Benigno de la
Vega Inclán,
un historiador riojano, Manuel Bartolomé Cossío,
y un arquitecto santanderino, Eladio Laredo,
decidieron “reconstruir” la que nunca fue casa de El
Greco.
Los estudios realizados por Cossío indicaban que El
Greco
había habitado en una casa próxima a la sinagoga del
Tránsito,
casa de la que sólo quedaba el solar en ruinas
y que había sido Palacio del Marqués de Villena
y anteriormente vivienda del tesorero del rey Pedro
I,
el judío Samuel ha-Leví,
adosada a la sinagoga del Tránsito,
también mandada construir por Samuel.
La realidad, sin embargo, es que la vivienda de El
Greco
se hallaba a unos metros de dichas ruinas
y había desaparecido en un incendio.
El Marqués de la Vega Inclán adquirió
el solar del Palacio del Marqués de Villena
en la creencia de que allí vivió el pintor cretense.
Se inició la reconstrucción de la casa
basándose en los restos que se conservaban,
como las cuevas y el patio,
pertenecientes a la residencia de Samuel ha-Leví
y construidos en estilo mudéjar.
En 2006 se cerró la Casa-Museo
para restaurarla con un planteamiento diferente,
recuperando su realidad histórica.
En 2011 volvió a abrirse al público
la casa de Leví, que fuera reconstruida
gracias a una confusión.
***
Samuel ha-Leví Abulafia (1320-1360)
fue durante años el hombre de confianza del monarca.
La riqueza y el prestigio de Ha-Leví
hicieron que el rey le otorgase permiso
para construir una nueva sinagoga.
Se erigió así en 1357 la magnífica sinagoga del
Tránsito,
en la decoración de cuyas paredes
se incluyen inscripciones en hebreo
de agradecimiento y alabanza al soberano:
«El gran monarca, nuestro señor el rey don Pedro,
¡sea Dios en su ayuda y acreciente su fuerza y su gloria
y guárdele cual un pastor de su rebaño!»
Mandó grabar también Ha-Leví
epígrafes referidos a sí mismo:
«El rey de Castilla ha engrandecido y exaltado a
Samuel Leví
y ha elevado su trono por encima
de todos los príncipes que están con él.
Sin contar con él, nadie levanta mano ni pie».
La confianza del rey en Ha-Leví no se limitó a las
finanzas
y Samuel fue nombrado Oidor de la Audiencia,
puesto clave en la administración de justicia.
Tanta acumulación de poder
y tanta influencia sobre el rey
le hicieron objeto de las intrigas de otros
cortesanos.
En 1360 Samuel fue acusado de conspirar contra el
monarca
y de robar en su administración.
Don Pedro dio crédito a las acusaciones
y ordenó en arresto de su amigo Leví.
Según el Sumario
de los reyes de España,
su casa de Toledo fue registrada
y en sus sótanos se encontró un gran tesoro,
tres montones de lingotes de oro y plata.
Se sospechó, sin embargo, que Leví poseía mayores
riquezas,
que se buscaron en vano.
Descendientes suyos serán los famosos conversos burgaleses
Santa María o Cartagena.
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