martes, 2 de septiembre de 2014

ZAMORA. Romances del cerco de Zamora, V




LOS CASTELLANOS LLORAN LA MUERTE DE DON SANCHO

Castillo de Zamora

Muerto yace el rey don Sancho,
Vellido muerto le había;
pasado está  de un venablo
que a la tierra le cosía.


Llorando están a par de él
obispos y clerecía;
llórale la hueste toda,
ricos hombres de Castilla.


Don Rodrigo de Vivar
es el que más lo sentía:
-Rey don Sancho, rey don Sancho,
muy aciago fue aquel día
en que cercaste a Zamora
contra la voluntad mía.
La maldición de tu padre
en mal hora se cumplía.


Levantóse Diego Ordóñez,
que a los pies del rey yacía;
la flor es de los de Lara
y lo mejor de Castilla:


-Que se nombre un caballero,
antes que se pase el día
para retar a Zamora
por tan grande alevosía.


Todos dicen que es muy bien,
mas nadie al campo salía;
mirando estaban al Cid
por ver si el reto él haría;
mas el Cid, que los entiende,
desta manera decía:


-Yo me armé contra Zamora,
pues don Sancho lo quería;
muerto mi señor el rey,
juré de no combatirla;
grande deudo he con la infanta,
quebrantarlo no podía.


Allí hablara Diego Ordóñez
lleno de melancolía:
-Mal habéis jurado, Cid,
lo que jurar no debíais.

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