El
palacio de Villena se encuentra a un lado de la plaza de San Pablo,
junto
al palacio de Pimentel, frente al Colegio de San Gregorio.
Se
construyó en el siglo XVI.
El
edificio palaciego fue encargo
de
Antonio de Velasco y Rojas y su esposa
Francisca de Silva.
Don
Antonio, señor de Villerías (Palencia),
fue
contino del emperador Carlos,
camarero
del príncipe Felipe, ayo del príncipe Carlos
y
consejero de Estado y Guerra.
Terminó
la obra, en la segunda mitad del siglo,
su hijo Pedro,
comendador de Portezuelo, de la Orden de Alcántara.
El
arquitecto fue Francisco de Salamanca,
artífice
de la reconstrucción de la plaza Mayor de Valladolid.
El
emperador Carlos pernoctó en numerosas ocasiones en este lugar.
***
El
palacio ha tenido distintos dueños, por sucesivas herencias.
La
propiedad recayó a mediados del siglo XVIII
en
la esposa del marqués de Villena,
motivo
por el cual al palacio se le ha dado este nombre.
Poco
después pasó a manos de los duques del Infantado
y
luego al marqués de Casa Pombo a
finales del siglo XIX.
El
marqués transformó radicalmente el aspecto original del edificio
al
levantar dos torreones en las esquinas,
con
el deseo de emular otros palacios vecinos.
También
realizó una trasformación de la fachada,
colocando
frontones neorrenacentistas sobre los vanos.
En
la fachada el único elemento original subsistente es la portada,
a
la que se añadió un escudo de piedra con las armas del marqués.
Finalmente,
por vía matrimonial, el edificio
pasó
a los marqueses de Alonso Pesquera.
Éstos
la vendieron al Estado en 1919.
Desde
entonces y hasta 1982 fue sede del Gobierno Civil.
Los
elementos decorativos de gusto francés
que
se incorporaron en el siglo XIX
(pinturas
neoclásicas, papeles pintados...)
desaparecieron
cuando el edificio asumió usos administrativos.
Hoy
el palacio forma parte del Museo Nacional de Escultura,
frente
a su sede principal, el Colegio de San Gregorio,
como
edificio auxiliar.
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