BLANCA DE PORTUGAL
Nieta, por parte paterna, de Alfonso II de Portugal
y su esposa Urraca de Castilla
y, por parte materna, de Alfonso X de Castilla
y su amante Mayor Guillén de Guzmán.
Hija primogénita de Alfonso III de Portugal y de Beatriz de Castilla.
Nació en Portugal en 1259.
Sus malas relaciones con su hermano el futuro Dionisio I
determinó en 1282 la marcha de Blanca a Castilla,
acompañada por su madre.
Se instalaron en Sevilla en la corte de Alfonso X.
Éste en su codicilio testamentario menciona a su nieta Blanca:
«Otrosy, mandamos a Doña Blanca, nuestra nieta,
fija del Rey Don Alfonso de Portugal et de la Reyna Doña Beatriz,
cient mill marcos de la moneda, que se fazen
seiscientas vezes mill maravedis de la moneda de la guerra,
para en casamiento».
Pero en 1295 la infanta profesó como religiosa en Las Huelgas.
En una carta que su tío el rey Sancho IV dirigió al monasterio ese año
se mencionan las causas por las que la infanta entró en el convento
pese a que al principio no deseaba hacerlo:
«Sepades que Nos por vos fazer merced et honrra,
et a vuestro pedimento, et por que nos feciesties entender
et que vos cumplie et vos fazie mester,
rogamos a la Infant doña Blanca, nuestra sobrina,
que quisiese seer monja desse Monesterio,
et tomar el señorio desse logar
et comienda et guarda de todo lo vuestro.
Et como quier que fasta aquí non lo quiso fazer,
pero agora por que su voluntad es
de assosegar su fazienda et su vida en Orden,
et por que la nos affincamos que quisiesse essa vuestra Orden
et en esse Monasterio ante que en otro,
otorgánoslo. Et nos con vuestra voluntad diemosgelo.
Et por que vos mandamos et vos rogamos,
que la recibades como debedes et la fagades honrra et servicio
et lo quel pertenesce como a la que ella es,
et el debdo que con Nos a,
et segund ficiestes a las otras infantas que y fueron fasta aquí.
Et por ella vos faremos Nos mucho bien et mucha merced.
Et tal es la Infant que siempre fallaredes en ella bien
et lo que devedes fallar.
Dada en Toledo XV días de Abril. Era Mill et CCCC et XXXIII años».
Berenguela aportó una abundante dote
y fue nombrada señora del monasterio, no abadesa,
cargo que siguió ostentando otra religiosa.
En su testamento dispuso ser enterrada en Las Huelgas:
«Sepan quantos esta carta vieren commo yo, infanta donna Blanca,
fiia del muy noble rey don Alfonso, sennora de Las Huelgas,
seyendo en mi sano entendimiento qual Dios me lo quiso dar,
fago mio testamento e mi postremera voluntad en esta guisa:
Primeramiente, do e oferesco a Dios e a Sancta Maria mi alma,
e al monesterio de Las Huelgas mio cuerpo,
et mando que todo lo que mester fiziere e cumpliere
paral mio enterramiento».
Blanca de Portugal falleció en el monasterio en 1321.
Recibió sepultura en la nave central de la iglesia,
frente al enterramiento de la infanta Berenguela.
Adornan el sarcófago los escudos de Castilla, León y Portugal.
***
Doña Blanca tuvo una relación extramatrimonial
con Pero Núñez Carpintero.
De esa relación nació un hijo ilegítimo, Juan Núñez de Prado.
Don Juan fue caballero de la Orden de la Banda
y clavero y gran maestre de la Orden de Calatrava.
Cuando era clavero, se levantó junto a otros caballeros de la Orden
contra el maestre García López de Padilla,
desacreditado por sus fracasos en expediciones contra los moros
y por su supuesta huida del campo de batalla.
Los rebeldes se hicieron fuertes en Villarreal (futura Ciudad Real).
En 1325 acudieron a la corte de Alfonso XI
para acusar formalmente al maestre de cuatro cargos:
haber desabastecido y dejado que se perdieran diversas fortalezas,
haber huido en la batalla de Baena, abandonando a sus hombres,
haber tratado a los freires con crueldad
y haber atacado lugares y vasallos de realengo.
El maestre fue citado ante el tribunal real, pero huyó a Alcañiz.
Alfonso XI ordenó a los freires que organizaran un capítulo
que eligió como nuevo maestre a Juan Núñez de Prado.
El depuesto maestre recurrió ante capítulo general del Císter,
que reconoció la legitimidad de su cargo.
Sin embargo, ante el respaldo dado a Juan Núñez de Prado
por el rey castellano y los caballeros y las villas y castillos
calatravos,
en 1329 don García renunció al maestrazgo,
a cambio de mantener el señorío
de las posesiones de la Orden en Aragón y Valencia.
Pero Juan Núñez de Prado incumplió algunos términos del acuerdo
y don García volvió a reivindicar sus derechos al maestrazgo
con apoyo de la corona aragonesa
y murió sin haber renunciado al maestrazgo.
Ello prolongó el cisma hasta el acuerdo alcanzado en 1348
ante las Cortes reunidas en Zaragoza
en el que se daba mayor autonomía a las encomiendas aragonesas.
En 1354, Pedro I ordenó a don Juan de la Cerda
apresar al maestre Núñez de Prado
en las Casas Maestrales de la Orden en Almagro.
El maestre no opuso resistencia,
aunque tenía hombres suficientes para haber presentado batalla.
Le sustituyó como maestre don Diego García de Padilla,
hermano de la amante del rey, María de Padilla.
El nuevo maestre envió a Juan Núñez al castillo de Maqueda,
donde fue asesinado en 1355 por el escudero Diego López de Porras
por orden del rey Pedro:
«É fue preso,
é depuesto é desapoderado del Maestrazgo de Calatrava.
É el Rey mandó á los Freyres de Calatrava
que oviesen por Maestre á Don Diego García de Padilla;
é non esperó que los Freyres oviesen otro consejo sobre ello [...]
Después de Don Juan Nuñez de Prado Maestre de Calatrava
fue preso,
entrégolo el Rey luego á Don Diego Garcia de Padilla
que nuevamente era fecho Maestre,
é él enviólo preso al Alcazar de Maqueda
en poder de un Caballero de Avila [...]
E Don Juan Nuñez fue dende á pocos días muerto
en el Alcazar de Maqueda, que es de la Orden de Calatrava
dó estaba preso [...]
pero muchas veces decía después el Rey
que él nunca le mandára matar,
é que le ficiera matar el dicho Don Diego Garcia
sin su licencia é mandamiento del Rey».
(Crónicas de los Reyes de
Castilla, Pero López de Ayala).
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