sábado, 27 de junio de 2015

BURGOS. Monasterio de Las Huelgas (VII)



FERNANDO DE LA CERDA


Nacido en 1255,
fue hijo primogénito de Alfonso X de Castilla y Violante de Aragón.
Era nieto, por parte paterna, de Fernando III de Castilla
y Beatriz de Suabia
y, por parte materna, de Jaime I de Aragón
y Violante de Hungría.

En las Cortes de Vitoria de 1256 fue jurado como heredero.

En 1266 su padre concertó su matrimonio
con la infanta Blanca, hija de Luis IX de Francia.

A causa de la juventud de los contrayentes,
el enlace no se celebró hasta tres años después.
Tuvo lugar en Burgos en 1269.
Tras los esponsales, el infante fue armado caballero por su padre.
A su vez, don Fernando armó caballeros a sus hermanos Juan y Pedro
y hubiese debido armar también a su hermano Sancho,
pero éste rechazó ser armado por él.

En 1272, durante la revuelta nobiliaria contra Alfonso X,
intervino en las negociaciones mantenidas con los sublevados
al lado de su madre, la reina Violante de Aragón,
y de su tío el infante Manuel de Castilla, hermano de Alfonso X,
que contaba con la predilección y la confianza del rey.

En las Cortes de Burgos de 1274 el rey nombró a Fernando regente
en su ausencia, mientras durase su viaje a Europa
para llevar a cabo el “fecho del imperio”.

En 1275, el infante enfermaba y moría en Villa Real (Ciudad Real)
cuando marchaba a combatir a los benimerines.

La Crónica de Alfonso X el Sabio relata así la muerte del infante:

«Et estando el infante don Ferrando en aquella villa,
adolesció de gran dolencia.
Et veyéndose quexado de la muerte, fabló con don Juan Núñez
e rogól mucho afincadamente que ayudase e fiziese en manera
que don Alfonso, fijo deste infante don Fernando,
heredase los regnos después de los días del rey don Alfonso su padre
[...]
Et luego este infante don Fernando finó en el mes de agosto».


Fue enterrado en el monasterio de Las Huelgas.
El sarcófago está decorado
con escudos de Castilla y León y de Aragón.
Se encuentra en el muro, bajo un arco
adornado, entre otros motivos, con las armas de Castilla y León.


Fue el único sepulcro que quedó intacto
tras el saqueo llevado a cabo por los franceses,
por hallarse delante de él el de su hijo, Alfonso de la Cerda,
que fue profanado junto con todos los demás.

En el siglo XX se extrajeron de él las mejores piezas
que se custodian en la actualidad en el Museo de Telas Medievales.
Se pudo recuperar el ajuar completo:
vestiduras, birrete, anillo, espada, espuelas y talabarte.
Constituye la muestra más clara
de cómo se enterraba a los miembros de la casa real castellana.


***

Don Fernando dejaba dos hijos,
conocidos como “los infantes de la Cerda”:

ALFONSO DE LA CERDA (1270-1333).
Casó con la francesa Mahalda de Brienne-Eu.
Durante los reinados de Sancho IV, Fernando IV y Alfonso XI
intentó, infructuosamente, hacer valer sus derechos al trono.

FERNANDO DE LA CERDA (1275-1322).
Casó con Juana de Lara,
viuda del infante Enrique de Castilla el Senador, hijo de Fernando III.

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