domingo, 25 de marzo de 2012

VALENCIA. Convento del Santo Sepulcro de Jerusalén. Juan de Brandeburgo


Escudo del Marqués de Brandeburgo

Juan llegó a España con el nuevo monarca, Carlos I.
Formaba parte del séquito real.
Era amigo del rey.
Juan era un joven pálido,
buen cortesano,
que, como tantos,
esperaba medrar en la tierra extraña.

Germana de Foix

Fernando de Aragón había muerto.
Su viuda, Germana de Foix,
recibió al nieto, llegado de Bruselas
para ocupar el trono de una tierra que no conocía.
Germana era mayor y era su abuela,
pero Carlos vio en ella a una mujer amable
y con ella tuvo una hija, Isabel.

Valencia, 1811. Convento de Jerusalén

Mientras, Juan, el joven marqués de Brandeburgo,
se entretenía en los torneos y banquetes
que Carlos ofrecía a su dama.
La corte flamenca reía
divertida con los amores de Carlos con la francesa.

Valencia, 1912

Pero entonces a Carlos se le ofreció un Imperio.
Era preciso deshacerse
de aquella mujer que era su amante
y era mayor que él
y había sido esposa de su abuelo.

Valencia, 1921

El marqués de Brandeburgo era un joven pálido
que se divertía en la corte
comentando los devaneos de su rey con la dama de Foix.
No era un gran guerrero ni un hábil diplomático;
no era muy fuerte, ni muy astuto,
ni muy brillante;
era sólo un joven desdibujado y pálido
que se divertía en las fiestas de palacio
a la sombra de su amigo el rey.
Era hermano del Príncipe Elector.
No era rico.

Valencia, 1935

Y, de pronto,
se encontró convertido en esposo
de aquella mujer llegada años atrás de Francia
para casar con el rey que había enviudado
de Isabel de Castilla.

Valencia, años 30. Convento de Jerusalén

El joven Juan había oído rumores.
En la corte se decía que Germana
había envenenado al anciano Fernando.
La corte se divertía con cuchicheos
sobre los ardides de la dama.

Valencia, años 30. Convento de Jerusalén

Y, de pronto,
el joven Juan era el nuevo esposo de doña Germana
y ambos marchaban a Valencia.
Germana había sido nombrada virreina
y Juan capitán general.

Valencia, años 20. Convento de Jerusalén

En 1523 Juan se instaló con su esposa inesperada
en el gran palacio frente al río.
Lugarteniente de un reino desconocido.
Marido de una mujer que había sido
la abuela y la amante de su mejor amigo.

Palacio Real
(Sala de Armas del Círculo Recreativo Militar de Valencia)

El joven Juan reía, mareado.
Enfadado. Halagado. Desconcertado.
No estaba seguro
de si debía sentirse humillado o recompensado.
Estaba al frente de un reino desconocido.
Y era marido de una mujer
de la que todo el mundo contaba cosas.

Valencia, Palacio Real
(Casaus, 1693)

Poco tiempo después, en 1525,
el joven alemán casado con la francesa
moría en Valencia.
En la corte se hablaba de venenos.

Convento de Jerusalén

El marqués fue enterrado en el convento de Jerusalén,
un convento de pobres hermanas franciscanas,
fuera de las murallas y lejos de palacio.
Un convento fundado en 1496
por el papa valenciano Alejandro VI.


Se enterró y se olvidó rápidamente
a aquel joven pálido
que había muerto desconcertado.


El convento sobrevivió, maltrecho,
al sitio de Valencia por los franceses
y a la furia anticlerical de la Desamortización.
Se salvó lo que se pudo, se restauró...


Cuando, en los años 30 del siglo XX,
se derribó el convento definitivamente,
nadie recordó que allí yacía
el joven extranjero.

 

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