La
mayoría de las ermitas rupestres tenían asociadas necrópolis
situadas
junto a ellas o en lugares próximos.
En
las inmediaciones de las ermitas palentinas
se
han conservado algunos de estos conjuntos de tumbas.
En
algunos casos incluso sucede que se ha conservado la necrópolis
mientras
que la iglesia rupestre ha desaparecido.
Eso
es lo que ha ocurrido con la ermita de Sant Iuste o San Totis,
que
ya no existe.
Fue
sustituida por la iglesia románica de Santa Juliana.
Los muros de la cueva fueron utilizados como piedra de cantería.
Sin
embargo, en Corvio lo que sí es posible ver aún
son
las tumbas antropomorfas excavadas en la roca arenisca.
Corvio
es una pedanía de apenas 15 habitantes
perteneciente
al municipio de Aguilar de Campoo,
a
unos 3 kilómetros de esta población.
En
la carretera que une Aguilar de Campoo con Cervera de Pisuerga,
se
encuentra la desviación a Corvio.
La
necrópolis está a unos 500 metros del pueblo,
en medio del campo.
Allí,
en esa nada, tan cerca y tan lejos de la civilización,
se
encuentra ese cementerio desolado,
tumbas
abiertas, vacías, anónimas.
En
las cercanías de Corvio, quizás hay otras tumbas
sumergidas
en el Pantano de Aguilar.
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