En 1213 de nuevo el rey Jaime I
aparece como un Rey del Grial, de advenimiento
milagroso:
Jaime I el Conquistador |
“milagrosa” es su concepción,
“milagrosa” la elección de su nombre,
“milagrosa” su educación templaria,
“milagrosa” su espada,
que le es entregada por los caballeros del Temple
que lo asisten...
Martín I el Humano |
En 1399 el rey Martín el Humano
comunicó al monasterio de San Juan
su deseo de poseer el Cáliz.
Mediante escritura pública,
los monjes accedieron a la petición del monarca
y el Cáliz fue llevado al palacio de la
Aljafería,
la residencia real, en Zaragoza.
Terminaba así la estancia del Grial en el templo
pirenaico.
Durante unos años,
el Santo Cáliz estuvo en la capilla del palacio
zaragozano.
Martín I el Humano |
Martín el Humano murió en 1410 sin sucesión.
Pasaron dos años en los que el Reino estuvo sin
rey.
En 1412 los representantes del Reino, reunidos en
Caspe,
decidieron entronizar a Fernando de Antequera,
sobrino de Martín.
En 1416 murió don Fernando y le sucedió su hijo, Alfonso V.
***
En 1424 Alfonso solicitó que el Santo Cáliz
le fuese llevado al palacio real de Valencia,
donde habitaba.
En algún momento
el Cáliz había sido trasladado de Zaragoza a
Barcelona,
pues es de la ciudad condal de donde le envían el
Vaso al soberano.
Alfonso V el Magnánimo. Valencia |
Valencia se impregnó de grialismo
como no lo habían hecho Zaragoza ni Barcelona
durante el tiempo en que la Copa estuvo en ellas.
Alfonso V el Magnánimo |
Alfonso el Magnánimo, rey guerrero y sabio,
deseoso de hazañas y conquistas,
se identificó con los Reyes del Grial
y consideró sus campañas mediterráneas,
las campañas sobre las cuales en Valencia
el monarca había escuchado profecías,
como su personal Búsqueda, su “Siti Perillós”.
Galahad ante el Asiento Peligroso |
Hasta tal punto se sintió identificado con los
antiguos héroes,
que eligió el dibujo del Asiento Peligroso,
del trono vacío, en ocasiones rodeado de llamas,
como divisa propia.
Alfonso V el Magnánimo |
En las múltiples reproducciones de la divisa
realizadas por encargo del rey,
una de las leyendas que rodean el dibujo del
sitial en llamas,
la filacteria “Virtut apurar no’m fretura sola”
(“No me faltará virtud hasta el final”),
hacía referencia a la virtud que Galahad poseía
para encontrar el Grial.
Otro lema que se repite es el mote real
“Seguidores vencen”,
que aludía directamente a la Búsqueda.
El Siti Perillós aparece en numerosos azulejos de
cerámica palaciega,
encargados para Valencia y para Nápoles,
y también en las ropas del rey,
en la tienda y en la galera reales
e incluso en los uniformes de su ejército.
Divisa y lema de Alfonso V |
Representa el asiento que sólo podía ser ocupado
sin riesgo
por Sir Galahad, el caballero que alcanzó a ver
el Grial.
Don Alfonso se presenta así como nuevo caballero
del Grial,
digno de ocupar el trono y de llevar a buen
término la Búsqueda.
Tras la conquista de Nápoles,
para su representación en el Arco Triunfal de
Castel Nuovo,
don Alfonso escoge la misma iconografía:
Un asiento, esta vez ya no vacío, sino ocupado
por el Rey.
Alfonso V. Nápoles, Castel Nuovo |
Miles de azulejos encargó don Alfonso
al maestro ceramista morisco Joan Al-Murcí
para su palacio de Nápoles.
Azulejos en los que alternan como insignias
reales
el “sitio peligroso”, el “libro abierto”
y el vaso con flores que identificaba a la Orden
de la Jarra,
con la que el monarca condecoró a sus caballeros.
Miles de azulejos de la mejor cerámica de Manises
(“la más hermosa labor que hacerse pudiera”)
con los que revestir las estancias reales,
multiplicando interminablemente en el emblema
el recuerdo del Grial.
Alfonso V el Magnánimo |
El rey aragonés era el nuevo emperador,
capaz de emprender el sueño de reunificar el
Mediterráneo:
Cuando en 1453 los turcos ocupan Constantinopla,
Alfonso V se ofrece a defender la cristiandad,
asumiendo un papel mesiánico en la lucha contra
el Maligno.
Y desde Alfonso V
los reyes de Aragón se intitulan asimismo reyes
de Jerusalén.
***
También Joanot Martorell sueña
con la reconquista de la fortaleza caída,
la Cruzada de la recuperación de la perdida
Constantinopla,
aunque sólo fuera en la ficción.
En Tirant
lo Blanc, la novela del valenciano Joanot Martorell,
se alude en determinado momento a cómo los
cortesanos,
en el palacio del Emperador de Grecia, en
Constantinopla,
pasan a una gran sala maravillosa,
de muy resplandeciente pavimento,
y con las paredes historiadas con tapices:
«Les ymatges de les parets divisaven diverses
històries
de Bèorç e de Perceval e de Galeàs,
com complí l’aventura del Siti Perillós;
e tota la conquista del Sanct Greal s’i
demostrava.»
(«Las imágenes de las paredes mostraban diversas
historias
de Boors y de Perceval y de Galahad,
cómo cumplió la aventura de la Silla Peligrosa,
y toda la conquista del Santo Grial estaba allí
pintada»).
(cap. 119)
Tirant lo Blanc |
El propio caballero Tirant
porta como cimera una reproducción del Santo
Grial:
«Per cimera portava quatre pilars d’or,
e damunt lo Sanct Greal,
fet a manera d’aquell que Galeàs, lo bon
cavaller, conquistà.
[...] Ab hun mot que deya: “No ha virtut que en
ella no sia”».
(«Llevaba por cimera cuatro pilares de oro,
y encima el Santo Grial,
hecho a manera de aquel que el buen caballero
Galahad conquistó.
[...] Con un mote que decía: “No hay virtud que
en ella no sea”»).
(cap. 189).
***
En 1436 Alfonso V partía para Nápoles
y el Cáliz era depositado en la catedral de
Valencia.
El 18 de marzo de 1437 se redactaba
la escritura de donación del Cáliz a la seo
valenciana.
El notario Jaime de Monfort se refería a él en el
documento como
«lo calzer hon Jhesus Christ consagrà lo sanguis
lo dijous de la cena».
La Última Cena. Juan de Juanes (s. XVI) |
El Grial ya no saldrá de Valencia más que
ocasionalmente.
Mientras, en San Juan de la Peña se sucedían los
incendios
que destruían joyas, ornamentos y cálices.
***
Atravesando los siglos,
en los murales románicos del siglo XII
de los ábsides de las iglesias del Pirineo,
continúan mirándonos, hieráticas y misteriosas,
esquemáticas Vírgenes
que en sus manos sostienen un cáliz, la Copa de
la Luz.